BUSCAR EN ESTE BLOG

domingo, 12 de mayo de 2019

Resistencias – re-existencias de las mujeres negras, afrodescendientes, palenqueras y raizales en medio del conflicto armado y del postacuerdo.

Día 12. Articulo: Por Bibiana Peñaranda 
RESISTENCIAS – RE-EXISTENCIAS DE LAS MUJERES NEGRAS, AFRODESCENDIENTES, PALENQUERAS Y RAIZALES EN MEDIO DEL CONFLICTO ARMADO Y DEL POSTACUERDO.
MES NACIONAL DE LA AFROCOLOMBIANIDAD

Las mujeres negras, afrodescendientes, palenqueras y raizales. «Siempre estuvieron allí, no como “esposa de…”, no “como mujer de…”, sino con luz propia, con valores firmes libertarios. No eran simples objetos, no eran simples “compañeras” de los cimarrones, eran simplemente protagonistas de la historia. Eran las cimarronas de la esperanza perenne por un mundo mejor, que hoy la historia dominante pretende condenar al olvido: (Jesús Chucho García).

Una cosa son nuestras identidades, y otra son las percepciones que se tienen de las mujeres negras, afrodescendientes, palenqueras y raizales en Colombia, esto último demuestra que dejamos de ser un puñado de “negras” que a los ojos de mucha gente éramos iguales, para convertirnos en seres humanos, en sujetas políticas, con identidades múltiples, con pensamiento propio, con apuestas y sueños propios y distintos.
Una puede elegir quedarse en la queja, o reivindicar lo que somos y lo que queremos llegar a ser. Por ello, desde mi sentipensamiento, existen varios elementos importantes en la lucha cotidiana dentro estemos o no dentro del conflicto armado.
El primero de estos elementos, tiene que ver con nuestros cuerpos: Desfolclorizar Nuestros cuerpos racializados, por su color de piel, hipersexualizados, y ubicados en posición de subordinación frente a una población fenotípicamente diferente. Nosotras tenemos claro que nuestros cuerpos son escenarios de expresión, de liberación, de rebeldía, que pretenden desobedecer a una estética impuesta y a un puesto asignado. Que intenta encontrarse con otros cuerpos para reconocernos dentro de nosotras mismas como mujeres diversas, defender los derechos de las mujeres, aliviarlas de su dolor, crear estrategias de resistencias, rescatar nuestras creencias ancestrales y asentar los territorios.
Un segundo elemento, es, Reivindicar el conocimiento de nuestros saberes ancestrales, las plantas, las pócimas, los ungüentos, que restauran, que sanan, que reparan, que escudriñan poderes ocultos, releemos nuestros saberes a nuestra manera, y no a la manera impuesta desde la colonización europea y latina blanca. Es importante conocer lo que cada mujer sabe y lleva consigo; sus expresiones espirituales, sus conocimientos ancestrales, sus experiencias vividas para compartirlas, no para imponerlas. Este elemento va acompañado por nuestras creencias el fortalecimiento de que nuestra espiritualidad es negra, ecuménica y popular.
El tercer elemento, es lo comunitario, lo colectivo, cotidiano tanto en los escenarios privados como de las luchas colectivas. Nos mueven las múltiples discriminaciones, pero también las múltiples reivindicaciones, que cuestionan las relaciones de poder individual, que potencia los liderazgos afectivos, Este poder que reivindicamos y que hace parte de nuestra ancestralidad cultural es para vencer el miedo y la desconfianza que limitan el cuidado de si, el cuidado mutuo las tradicionales expresiones de afecto.
Este elemento de poder va enlazado con la recuperación de nuestro poder sexual y en lo derechos reproductivos. Sabemos que nuestros cuerpos son un elemento de poder y no de subordinación ni a los hombres, ni a la iglesia, ni a la sociedad, con sus estereotipos racistas.
Nuestras diversidades están atravesadas por lo festivo, lo mágico, por la alegría, por los tambores, la marimba, el arrullo. Y este sería el cuarto elemento.  El baile, la poesía, la música, los mitos, las leyendas, son elementos de resistencia importante que fortalece la salud mental, que unen en medio del dolor, que juntan los miedos para resistir con una sonrisa, con una mirada cómplice, con un movimiento liberador de tensiones, emociones, rabias, miedos, esperanzas y sueños.  
Todos estos elementos, tienen que ver con la inclusión de Tierra y el territorio en los espacios de pacificación. Nuestros territorios son espacios sagrados para ser, estar y vivir, que fueron desarticulados desde la colonia. Territorios en los que no se les reconoce autoridad propia, legislación propia y educación propia y en los que a sus habitantes se les consideran seres sin historia y sin derecho a crearla. Lo que no saben, es que Allí en los territorios esta la familia extensa, de la que hacen parte hombres y mujeres, por eso para nosotras es importante la tierra y el territorio, considerado como una unidad con todos los pobladores que hacen parte de él. Los hombres son parte importante en nuestras luchas, hay patriarcado, sí. Hay machismo sí, pero ellos como nosotras han sufrido el racismo, la homofobia, el clasismo, por eso creemos que, en su liberación, también está la nuestra.
Por ello es que decimos, que en nuestra lucha comunitaria, popular y negra también incluye la liberación de los hombres, sabemos que no ellos no son nuestra responsabilidad, aclaro, las mujeres no somos las responsables de esa liberación masculina, pero si nos interesa y queremos acompañarla cuando así lo soliciten. Es un principio de la no exclusión, que hemos aprendido muy bien, nosotras como mujeres negras la hemos vivido y padecido, durante muchos años, por ello no pretendemos repetir ni multiplicar.
Es importante saber, que también nuestras luchas, incluyen el territorio y la tierra, puesto que estos dos elementales, tiene que ver con nuestra cosmovisión de la naturaleza,  con la madre tierra, con el bosque, la madera, con los camarones, la piangua, los pescados, el mar, el viento, el calor, el fuego, los animales domésticos y salvajes que existen en nuestros espacios de vida, Sin tierra y sin territorio, no hay vida, no hay comunidad, no hay cultura, no hay ancestralidad, no hay fiesta, no hay hombres y mujeres negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales.
El sexto elemento es, la solución Pacifica de los conflictos: sin odios y sin venganzas, porque hablar sana y contar las historias une. (así lo creemos en la Red Mariposas de alas nuevas).
Y un último elemento, es trabajar por la eliminación de todas las formas de expresión racista, en contra de las opresiones, las marginaciones, por lo tanto, en nuestras resistencias y luchas, buscamos eliminar todas las formas de violencias, que son (el racismo, el patriarcado, el sexismo, el clasismo, la homofobia, la xenofobia, el capitalismo,). Es decir, todas las formas en que la violencia se recrea para las mujeres y los hombres negros afrodescendientes, palanqueros y raizales.
Para nosotras mujeres en red, las acciones colectivas de nuestra cultura negra, afro descendiente, raizal y palenquera son elementos transformadores, populares, comunitarios, que hacen parte de las resistencias y de las re-existencias de esta nación colombiana. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario