RESISTENCIAS
– RE-EXISTENCIAS DE LAS MUJERES NEGRAS, AFRODESCENDIENTES, PALENQUERAS Y
RAIZALES EN MEDIO DEL CONFLICTO ARMADO Y DEL POSTACUERDO.
MES NACIONAL DE LA AFROCOLOMBIANIDAD
MES NACIONAL DE LA AFROCOLOMBIANIDAD
Las
mujeres negras, afrodescendientes, palenqueras y raizales. «Siempre estuvieron
allí, no como “esposa de…”, no “como mujer de…”, sino con luz propia, con
valores firmes libertarios. No eran simples objetos, no eran simples
“compañeras” de los cimarrones, eran simplemente protagonistas de la historia.
Eran las cimarronas de la esperanza perenne por un mundo mejor, que hoy la
historia dominante pretende condenar al olvido: (Jesús Chucho García).
Una
cosa son nuestras identidades, y otra son las percepciones que se tienen de las
mujeres negras, afrodescendientes, palenqueras y raizales en Colombia, esto
último demuestra que dejamos de ser un puñado de “negras” que a los ojos de
mucha gente éramos iguales, para convertirnos en seres humanos, en sujetas
políticas, con identidades múltiples, con pensamiento propio, con apuestas y
sueños propios y distintos.
Una
puede elegir quedarse en la queja, o reivindicar lo que somos y lo que queremos
llegar a ser. Por ello, desde mi sentipensamiento, existen varios elementos
importantes en la lucha cotidiana dentro estemos o no dentro del conflicto
armado.
El
primero de estos elementos, tiene que ver con nuestros cuerpos: Desfolclorizar
Nuestros cuerpos racializados, por su color de piel, hipersexualizados, y
ubicados en posición de subordinación frente a una población fenotípicamente
diferente. Nosotras tenemos claro que nuestros cuerpos son escenarios de
expresión, de liberación, de rebeldía, que pretenden desobedecer a una estética
impuesta y a un puesto asignado. Que intenta encontrarse con otros cuerpos para
reconocernos dentro de nosotras mismas como mujeres diversas, defender los
derechos de las mujeres, aliviarlas de su dolor, crear estrategias de
resistencias, rescatar nuestras creencias ancestrales y asentar los
territorios.
Un
segundo elemento, es, Reivindicar el conocimiento de nuestros saberes
ancestrales, las plantas, las pócimas, los ungüentos, que restauran, que sanan,
que reparan, que escudriñan poderes ocultos, releemos nuestros saberes a
nuestra manera, y no a la manera impuesta desde la colonización europea y latina
blanca. Es importante conocer lo que cada mujer sabe y lleva consigo; sus
expresiones espirituales, sus conocimientos ancestrales, sus experiencias
vividas para compartirlas, no para imponerlas. Este elemento va acompañado por
nuestras creencias el fortalecimiento de que nuestra espiritualidad es negra,
ecuménica y popular.
El
tercer elemento, es lo comunitario, lo colectivo, cotidiano tanto en los
escenarios privados como de las luchas colectivas. Nos mueven las múltiples
discriminaciones, pero también las múltiples reivindicaciones, que cuestionan
las relaciones de poder individual, que potencia los liderazgos afectivos, Este
poder que reivindicamos y que hace parte de nuestra ancestralidad cultural es
para vencer el miedo y la desconfianza que limitan el cuidado de si, el cuidado
mutuo las tradicionales expresiones de afecto.
Este
elemento de poder va enlazado con la recuperación de nuestro poder sexual y en
lo derechos reproductivos. Sabemos que nuestros cuerpos son un elemento de
poder y no de subordinación ni a los hombres, ni a la iglesia, ni a la
sociedad, con sus estereotipos racistas.
Nuestras
diversidades están atravesadas por lo festivo, lo mágico, por la alegría, por
los tambores, la marimba, el arrullo. Y este sería el cuarto elemento. El baile, la poesía, la música, los mitos,
las leyendas, son elementos de resistencia importante que fortalece la salud
mental, que unen en medio del dolor, que juntan los miedos para resistir con
una sonrisa, con una mirada cómplice, con un movimiento liberador de tensiones,
emociones, rabias, miedos, esperanzas y sueños.
Todos
estos elementos, tienen que ver con la inclusión de Tierra y el territorio en
los espacios de pacificación. Nuestros territorios son espacios sagrados para
ser, estar y vivir, que fueron desarticulados desde la colonia. Territorios en
los que no se les reconoce autoridad propia, legislación propia y educación
propia y en los que a sus habitantes se les consideran seres sin historia y sin
derecho a crearla. Lo que no saben, es que Allí en los territorios esta la
familia extensa, de la que hacen parte hombres y mujeres, por eso para nosotras
es importante la tierra y el territorio, considerado como una unidad con todos
los pobladores que hacen parte de él. Los hombres son parte importante en
nuestras luchas, hay patriarcado, sí. Hay machismo sí, pero ellos como nosotras
han sufrido el racismo, la homofobia, el clasismo, por eso creemos que, en su
liberación, también está la nuestra.
Por
ello es que decimos, que en nuestra lucha comunitaria, popular y negra también
incluye la liberación de los hombres, sabemos que no ellos no son nuestra
responsabilidad, aclaro, las mujeres no somos las responsables de esa
liberación masculina, pero si nos interesa y queremos acompañarla cuando así lo
soliciten. Es un principio de la no exclusión, que hemos aprendido muy bien,
nosotras como mujeres negras la hemos vivido y padecido, durante muchos años,
por ello no pretendemos repetir ni multiplicar.
Es
importante saber, que también nuestras luchas, incluyen el territorio y la
tierra, puesto que estos dos elementales, tiene que ver con nuestra cosmovisión
de la naturaleza, con la madre tierra,
con el bosque, la madera, con los camarones, la piangua, los pescados, el mar,
el viento, el calor, el fuego, los animales domésticos y salvajes que existen
en nuestros espacios de vida, Sin tierra y sin territorio, no hay vida, no hay
comunidad, no hay cultura, no hay ancestralidad, no hay fiesta, no hay hombres
y mujeres negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales.
El
sexto elemento es, la solución Pacifica de los conflictos: sin odios y sin
venganzas, porque hablar sana y contar las historias une. (así lo creemos en la
Red Mariposas de alas nuevas).
Y
un último elemento, es trabajar por la eliminación de todas las formas de
expresión racista, en contra de las opresiones, las marginaciones, por lo
tanto, en nuestras resistencias y luchas, buscamos eliminar todas las formas de
violencias, que son (el racismo, el patriarcado, el sexismo, el clasismo, la
homofobia, la xenofobia, el capitalismo,). Es decir, todas las formas en que la
violencia se recrea para las mujeres y los hombres negros afrodescendientes,
palanqueros y raizales.
Para
nosotras mujeres en red, las acciones colectivas de nuestra cultura negra, afro
descendiente, raizal y palenquera son elementos transformadores, populares,
comunitarios, que hacen parte de las resistencias y de las re-existencias de
esta nación colombiana.
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