Mes Nacional de la Afrocolombianidad
Reflexión en el Día de la Afrocolombianidad para la Mesa de Mujeres.
Por Marciana Perea Chalá
Es bueno pensar en el cómo ser un afro –colombiano es de por si pertenecer a
una categoría humana especial o quizá más
bien que se trata de entes cuyo
historial no solo está enmarcado en el haber
sido secuestrados y esclavizados
porque les sorprendieron en los caminos de África siendo mensajeros de sus monarcas ,
comerciantes de oro y especias que viajaban lejos o simplemente les toparon
entretenidos en la cotidianidad de sus tareas
del hogar, de ciudades y campos ,
quienes no se tuvieron siquiera la oportunidad de caer vencidos peleando en una batalla , los (as) que en adelante se les catalogaría como miembros
(a) de una estirpe sin tradición que no sería deseable verla aparecer
dentro del mosaico de los componentes de
una sociedad que sin el concurso forzado de ellas y ellos no pudo haberse
desarrollado y llegar hasta los altos sitiales de dirección que ha alcanzado .
Así el apoyo intelectual, físico, estratégico y maternal que dieron a los invasores no
haya estado presente en sus escritos y relatos, evidente es su constante
suministro a la dirigencia de asalto a América desde un comienzo de esa gesta, en
razón de la manera de ser de este pueblo valiente, socorrista y con un gran sentido
humano para salvar vidas y calmar dolores aún a quien causa mal es.
En toda ocasión la
presencia afro - secuestrada puso su empeño no solo en lo que le
obligaron a hacer materialmente con sus manos, sino que activó su conocimiento
como persona de otras latitudes para forjar
con grandes aportes al conocimiento, al bienestar y a la prosperidad
en grado sumo de los otros, y a ese mundo extraño en el que se le implantaba
así se hubiesen robado los créditos de
su proceder pues sus secuestradores al sentirse “dueños” de sus cautivas y
cautivos , se lo creyeron también de sus ideas y contribuciones a la ingeniería
a la medicina a la física y a todas las ciencias,
Dejando entender al devenir que aquellos fugados de las guerras fratricidas europeas, o de las religiosas , o que bandidos o beodos de tabernas de mala muerte
de los puertos del occidente europeo, por solo cruzar el mar se convirtieran en
científicos , entonces estimaron en contrapartida que aquellos
imanes religiosos sabios de las arenas del norte de África y de los del sur del
Sahara, los Kintangos del Niger ahora seudo - vestidos llenos de harapos y
cargados de grilletes no tenían una sola idea en el cerebro , eran simples
máquinas casi humanas para jalar y alzar
, cargas , bogar y defender a sus captores en momentos difíciles , hasta
defendiéndoles como buenos estrategas y soldados en sus guerras acá continuadas
o de la nuevas, nacidas de la avaricia que les trajo .
Se podría colegir que los (as) africanos (as) arrastrados
a América por el solo hecho de cambiar su estatus social de un instante para otro
no perdieron su connatural dinámica, así fueran
vistos como fuerza bruta laboral.
Mostraron sus capacidades y competencias a la primera oportunidad a favor de
quienes les sujetaban y manejando sus grandes cimitarras en las que eran
expertos al enfrentar enemigos, o flechando animales en la caza o a grupos
contendientes en cuya actividad eran expertos, prestaron su colaboración al
desarrollo de estas tierras, aun en contra de su voluntad , ya que su opción era
ninguna.
Como buenos descendientes de Agayú Solá sabían hacer
barcas , nadar en ríos grandes, y manejaban las
curas con hiervas como Yemaya , Oriza Okó, o el sabio Orúnmila , conocían
la variedad de los climas y los cambios podían predecirlos sin aparatos
especiales, eran instructores (as). maestros de jóvenes, además de que se reclutaron pueblos en donde
las mujeres eran especialmente maternales , así como decididas guerreras.
No se ha rescatado por la historia el papel de la
afro-colombiana como madre, niñera, cocinera, médica. enfermera, partera
desde los tiempos de los primeros
arrastres hasta su fundamental rol con los llamados patriotas, ya que cada uno ellos contaba con una de cabecera
desde su nacimiento a quien suministró su leche y sus ideas libertarias y les
acompañó a través de toda su vida , inclusive hasta la
heredaron sus hijos (as) y nietos (as), acompañándoles aún al campo de
batalla para asistirles, mostrando en el pensamiento de ellos su pasión por la independencia
___que nunca abandonaron los suyos___ y permeando su pensamiento de filosofía
de ideas africanas las que en alguna medida aquellos líderes hicieron propias ,
contribuyeron a tener las anheladas repúblicas
bajo su mando expulsando a los europeos de los territorios de América.
No hubo compensación para ellas, ni nada cobró
distinto a insistir en querer ser libre y que lo fueran sus connacionales. Solo
quedó un rastro bien borroso de la existencia y gestión de aquellas mujeres
convincentes con sus charlas a los futuros dirigentes, cuyos vestigios no han
sido rescatados por las historiadoras e historiadores incluyendo las y los de
nuestra etnia , quienes han hecho
experticia en otros aspectos de una guerra que para los afro- renacientes aún
no ha terminado aplastada por el empeño en mantener los sucesos históricos cubiertos con el polvo de los días ignorando
ese inmortal aporte , dando por sentado que como etnia no existimos. Se ha querido mantener que no existimos , todas
(os) somos ciudadanas (o) de unas repúblicas excluyentes
en las páginas y en los hechos, pero igual también nos pertenecen .
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